El bacalao común, bacalao del Atlántico o bacalao de Noruega (Gadus morhua) es una de las cerca de 60 especies de una misma familia de peces migratorios. Vive en mares fríos del norte.
Por lo general el bacalao es de tamaño pequeño, aunque algunos ejemplares pueden llegar a alcanzar los cien kilos de peso con un tamaño de hasta casi dos metros. Se alimenta de peces más pequeños, como el arenque.
El bacalao puede consumirse congelado o seco, siendo habitual la salazón para su conserva en seco. Éste último permitió durante siglos a numerosas poblaciones disponer de reservas proteínicas. De hecho, muchos de los viajes de los antiguos navegantes no hubieran sido posibles sin contar con este producto.
Existen numerosísimas recetas para cocinar el bacalao, agrupándose en cinco grandes familias culinarias: crudo (carpaccio, esqueixadas, sushis), asado (á brasa), en salsa (a la vizcaína), con aceite (pil-pil, á Braz), con crema de leche o mantequilla (com natas, conventual) y dulce (a la mel).