Vitoria goza de una intensa vida cultural. Su larga tradición musical se plasma en el Festival de Jazz de Vitoria. Cada año, músicos de fama internacional traen a la capital vasca los más variados estilos y animan durante una semana las calles vitorianas. Una excusa perfecta para acercarse a descubrir los encantos de la capital alavesa.

En Vitoria-Gasteiz pueden degustarse algunos de los platos típicos de la provincia, como los perretxikos (un tipo de setas), los caracoles en salsa y el goxua (bizcocho con crema, nata y caramelo). Las habas a la vitoriana, la menestra de verduras, la fritada de pimientos o las alubias pochas (guiso de judías) son otras especialidades que vienen a enriquecer este recetario tradicional.

La comarca de la Rioja Alavesa produce vinos que se incluyen dentro de la Denominación de Origen Rioja.

El Camino de Santiago ha dejado su particular huella artística en la provincia. La villa de Zalduondo, en el que se ha instalado un museo etnográfico, es la primera parada de la ruta jacobea en territorio alavés. En esta localidad se puede admirar el palacio renacentista de Lazarraga o la iglesia parroquial. En las inmediaciones de Eguilaz se levanta el dolmen de Aizkomendi, uno de los conjuntos megalíticos del País Vasco. El recorrido continúa hasta llegar a Salvatierra, villa medieval con restos de muralla y casonas renacentistas en la que, además, merece la pena visitar las iglesias de San Juan y Santa María. Tras alcanzar Alegría y Vitoria-Gasteiz, la senda se dirige hacia Santo Domingo de la Calzada, ya en tierras riojanas.

El patrimonio natural de Álava es enormemente rico. Buena prueba de ello son los espacios protegidos con que cuenta, entre los que destacan los parques naturales de Valderejo, en la parte occidental de la provincia, el de Izki, que alberga unos de los más extensos bosques de roble marojo, y el Parque Natural de Área de Gorbeia, ubicado en el límite territorial entre Álava y Vizcaya y considerado uno de los mayores atractivos turísticos naturales del País Vasco.