Comienza la temporada del mejillón y en Waska! puedes probarlo en nuestra carta de picoteo.
Reconocible por su concha negra y su carne abundante amarilla anaranjada, los mejillones de bouchot de la bahía del Monte Saint-Michel son una de las perlas gastronómicas de la región.
Este mejillón, con DOP y DOC, representa por sí solo un cuarto de la producción de mejillones en Francia. Una concha con la carne untuosa, esponjosa y muy fundente, que se puede saborear de julio a febrero, marinada con vino blanco y hierbas, con crema, a la plancha o con risotto.
Se puede conservar unos dos días al fresco, y en los puestos, la garantía de frescura es la concha bien cerrada.
Bouchot responde al método de cultivo de los mejillones en la bahía de Mont St. Michel, en el norte de Francia. El proceso comienza con la cría de la larva de este molusco en un hilo de coco, desde donde pasa a unos palos de madera (en francés denominados bouchot). Allí se desarrolla hasta conseguir el tamaño deseado, para lo que emplea entre 12 y 18 meses.
En aquella bahía, las constantes subidas y bajadas de la mareas hacen que el mejillón alterne el tiempo de su crecimiento sumergido en el agua y al aire libre. Este factor, junto a las características del suelo y las aguas en la zona, resultan decisivos para la calidad del mejillón.
Los cuidados de limpieza y purificación al que se somete el molusco tras su recogida terminan por redondear un producto con un sabor y una textura única y excepcional.